ROIPRESS / ESPAÑA / SOSTENIBILIDAD - El entorno actual exige que las empresas deben conciliar el desarrollo económico con políticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Para ello, es necesario la implementación de modelos de Economía Circular, lo que implica redefinir sus actuales procesos productivos, basados en reducir el consumo energético y en la reutilización de materiales e incrementar su vida útil. Se trata del paradigma del nuevo desarrollo económico mundial, transformar los procesos de economía lineal actuales a economías circulares.
Por todo ello, cada vez más industrias optan por realizar instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, que permite la generación de energía eléctrica con fuente renovable y local, lo cual impacta directamente en la economía circular de la industria, ya que consume la energía donde la produce, reduce la huella de carbono de su actividad industrial y elimina las emisiones de gases efecto invernadero.
Además, las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo tienen un impacto positivo en el coste de la energía consumida, consiguiendo que éstos se reduzcan, y limitan la dependencia energética externa de la industria.
Sin embargo, hay que ser conscientes que los paneles solares no son eternos. Y aunque el reciclaje, hoy por hoy, es la solución más efectiva, no debe ser la única si buscamos optimizar la economía circular en la vida de los paneles. De hecho, diferentes estudios del Laboratorio Nacional de Energías Renovables del Departamento de Energía de EEUU, reflejan que las alternativas al reciclaje, pueden tener un gran potencial sin explotar para construir una economía circular efectiva para las tecnologías fotovoltaicas. Estas estrategias alternativas, como son la reutilización de paneles para otro tipo de instalaciones, la reducción del uso de materiales vírgenes en su fabricación y la ampliación de la vida útil de los productos, pueden proporcionar en el futuro nuevos ciclos de vida sostenibles de aplicación en la industria.
"Además, y para fomentar planes de Economía Circular, hay empresas que no sólo están implementando soluciones de energías renovables, sino que están solicitando que sus proveedores también ajusten las suyas al autoconsumo fotovoltaico, lo que les permite a ambos descarbonizar sus procesos y hacerlos económicamente más sostenibles y competitivos", afirma Gonzalo Alcalá, responsable comercial y de marketing de IASOL.
Se espera que la demanda de paneles fotovoltaicos aumente, a medida que los países se alejen de los combustibles fósiles y utilicen más energía limpia. La creación de una economía circular sólida para estas tecnologías podría mitigar la demanda de materias primas, reduciendo los residuos y los impactos ambientales. Y es que los parques solares fotovoltaicos, así como el resto de los sistemas productivos, deberán cumplir requisitos de Circularidad.
Alcalá destaca que “la Comisión Europea ha elaborado una hoja de ruta sobre el impacto ambiental de los sistemas fotovoltaicos y está implantando el Reglamento de Taxonomía, que determina cuando una inversión es verde o sostenible, y además indica que las instalaciones deben evaluar la disponibilidad y, cuando sea factible, utilizar equipos y componentes de alta durabilidad y reciclabilidad, que sean fáciles de desmontar y reacondicionar”.
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